La obra de John Cameron Mitchell, surgida del off neoyorquino, tuvo su versión local en The Roxy y luego el 05 de Febrero del 2010 llegó al Teatro Metropolitan.
Hacia tiempo que los musicales demostraban que pueden ser irreverentes, transgresores y que, entre canción y canción, saben hablar de los temas más polémicos y controversiales.
Luego de que Rent se convirtiera en el musical de los ’90, poniendo sobre el tapete los dilemas de su época –la droga, el sida, la homosexualidad, la pobreza–, Hedwig And The Angry Inch decidió subir la apuesta, desde el off neoyorquino.
En 1998 John Cameron Mitchell presentó a Hedwig, una cantante transexual “mundialmente desconocida” que cuenta su trágica historia a lo largo de un concierto de “neo-glam-post punk” rock.
La obra, con música y letras de Stephen Trask y protagonizada por el mismo Mitchell, se convirtió en otra ópera-rock de culto. Hedwig... estuvo en boca de todo Nueva York, impactó en el periodismo y sus creadores aparecieron en portadas de revistas y en TV –desde MTV al Rosie O’Donnel Show–. Es que Hedwig, ese transexual que se vio obligado a operarse el sexo para casarse con un soldado americano y escaparse de la Berlín comunista, mal operado –porque tras la intervención quirúrgica de cambio de sexo le dejaron un “angry inch”, una irritante pulgada de carne entre las piernas que no es masculina ni femenina– se anima a hablar del mundo “trans”, y en ese proceso pone al descubierto toda su humanidad, reflexionando acerca del amor, la búsqueda de la identidad y la aceptación del propio yo.
Luego del éxito neoyorquino, Hedwig... fue convertida en film en 2001 (también dirigida y protagonizada por Mitchell) y llevada a distintos escenarios del mundo.
En 2009 asomó en Buenos Aires dentro del circuito no comercial, tanteando el terreno en el club nocturno The Roxy, y ahora se anima a más.
El 05 de Febrero del 2010 se instaló en la avenida porteña de los teatros para brindar diez funciones en el Metropolitan (Corrientes 1343), los viernes a las 23.30 y los sábados a la 0.30, durante todo febrero.
La versión local, ganadora del premio Inadi a las prácticas antidiscriminatorias en 2009, tuvo a Germán Tripel en el rol protagónico (ganador del premio ACE como revelación masculina por este papel), a Martín Alomar y Angeles Porteau en la dirección, a Marcelo Kotliar en la adaptación y traducción, a Gaby Goldman en la dirección musical, a Gustavo Carrizo en la coreografía y contó con la participación de Mosquito Sancinetto a modo de “coach” actoral de Tripel.
Además, acompañó a Hedwig en el escenario un personaje masculino, Yitzhak, que Mitchell quiso que fuera interpretado por una mujer –en este caso fue Melania Lenoir, que reemplazó a Florencia Otero, quien hizo el papel en 2009– y una banda de cinco músicos dirigida por Goldman.
“Lo nuestro es irreverencia pura, propia del rock and roll”, decretaba Tripel cuando se le pregunta por qué Hedwig... se anima a ofrecerse dentro del circuito comercial teatral.
“Es lo de siempre, el off quiere ser on, así como el on a veces quiere ser off y aparecer en algún lugar escondido medio ‘cool’.” Esa irreverencia y desparpajo forman parte del estilo de la obra y es lo que llevó a los directores a pensar que no estaba mal probar qué pasaba con Hedwig... en otro lugar de Buenos Aires, permitiendo que este musical con dos actores y una banda en escena compitiera con otros amplios elencos:
“Le viene bien a Hedwig... estar más cerca del Obelisco, se va a ampliar el espectro de público de modo muy interesante y queremos ver qué pasa”, explica Alomar.